Andrés nos cuenta los momentos de su vida que le han marcado más profundamente: la separación de sus padres, las enseñanzas de su abuelo sobre los pájaros, las peleas con su hermana, el acoso escolar, los coqueteos con las drogas... Y comprendemos que necesita una vía de escape para ser él mismo en un mundo lleno de experiencias traumáticas. Esta isla de tranquilidad la encuentra en un chat de internet. En el foro se convierte en Degollado, su yo más sincero y abierto; con ese apodo establece una relación con una persona que se denomina Paloma. Una chica con la que conecta totalmente y con la que se siente libre de hablar de todos sus problemas, de sus errores, de su dolor más profundo… Pero fuera del ordenador la vida sigue para Andrés: su abuelo, la persona que le ha enseñado todo sobre los pájaros y su figura paterna más cercana, ha muerto. Esta circunstancia le sirve para crecer, madurar y entender las responsabilidades y obligaciones que todos debemos cumplir. También habrá cosas buenas para nuestro protagonista sobre todo su amistad con Halima, una compañera de clase de origen marroquí, con la que conocerá el amor por primera vez.